De nuevo aquí seguidores!! A lo largo de esta entrada hablaremos sobre el papel positivo del ejercicio en la diabetes, conocido desde hace muchos años. Actualmente se recomienda la práctica deportiva regular
a las personas diabéticas porque junto con la propuesta alimentaria y el
tratamiento farmacológico, es uno de los puntos importantes de su tratamiento.
Cualquier práctica deportiva debe efectuarse de forma
regular y controlada, así se puede mantener un buen estado físico y psíquico.
Al mismo tiempo se consigue un mejor control de la glucemia y una mejor calidad
de vida. El ejercicio será un acto agradable y una práctica segura para la
persona con diabetes, si se adoptan medidas correspondientes.
¿QUÉ PASA DURANTE LA PRÁCTICA DEPORTIVA?
Durante la práctica del ejercicio se produce un aumento del
consumo del combustible por parte del músculo. En los primeros treinta minutos
el músculo consume la glucosa de sus depósitos de glucógeno (glucosa
almacenada). Una vez agotados dichos depósitos, pasa a consumir glucosa de la
sangre. A continuación se establece un suministro continuo desde el hígado, que
también produce glucosa, hasta la sangre y de la sangre al músculo.
Si el ejercicio se prolonga, se obtiene combustible de las
grasas.
Frente a un ejercicio prolongado el organismo disminuye la
secreción de insulina. Dicho fenómeno facilita la producción hepática de
glucosa; es decir, el aporte de glucosa del hígado a la sangre y la utilización
de este azúcar por el músculo. Las personas con diabetes también tienen que
adaptarse reduciendo la dosis de insulina para conseguir el mismo efecto.
Reduciendo la dosis de insulina previa al
ejercicio de larga duración
(montañismo, maratón...), se evita la hipoglucemia.
Ejercicios de larga duración:
Maratón, montañismo, natación, ciclismo...
El consumo de glucosa es superior que la producción de
hormonas hiperglucemiantes (catecolaminas, cortisol), por lo tanto predomina el
efecto hipoglucemiante.
Ejercicios de corta
duración:
Culturismo, pruebas de velocidad... El consumo de glucosa es
menor que la producción de hormonas hiperglucemiantes (catecolaminas,
cortisol), por lo tanto predomina el efecto hiperglucemiante.
Beneficios del ejercicio
- Puede ayudar a mejorar el control de la diabetes (si está correctamente pautado) porque produce un descenso del nivel de glucosa en la sangre (debido al aumento de la utilización del músculo en movimiento)
- Provoca una reducción de la dosis de insulina, si la práctica deportiva es regular.
- Favorece la pérdida de peso, debido al consumo de grasas por parte del músculo en actividad.
- Reduce la incidencia de enfermedades cardiovasculares.
- Mejora la elasticidad muscular (agilidad).
Limitaciones
Frente a las siguientes situaciones hay que pedir consejos
específicos al equipo sanitario para poder gozar de la práctica deportiva:
- Enfermedades cardiovasculares (infarto, argor)
- Lesiones del sistema nervioso (neuropatía)
- Lesiones en los riñones (nefropatía)
- Diabetes descontrolada
- Si no se tienen en cuenta las medidas de: dieta-ejercicio-insulina, adaptando los hidratos de carbono y/o la reducción de la insulina según la actividad propuesta.
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